En España, la subasta de electricidad es un proceso que se realiza de manera periódica para determinar el precio de la energía eléctrica en el mercado mayorista. Este precio, conocido como precio pool, es el que pagan los comercializadores de energía eléctrica y se traslada a los consumidores finales.
Conceptos clave en la subasta de electricidad
Antes de explicar cómo se realiza la subasta de electricidad, es importante tener en cuenta algunos conceptos clave:
– Precio pool: es el precio de la energía eléctrica en el mercado mayorista. Se calcula como la media ponderada de los precios horarios de la energía eléctrica.
– OMIE: es la empresa que gestiona el mercado eléctrico español y que se encarga de la subasta de electricidad.
– Precio marginalista: es el precio que se establece en el mercado eléctrico para cubrir el coste de la última central eléctrica que se ha necesitado para cubrir la demanda.
– Tarifa de acceso: es el precio que se paga por la utilización de la red eléctrica para transportar la energía eléctrica desde las centrales hasta los consumidores.
– Comercializadora: es la empresa que vende la energía eléctrica a los consumidores finales.
Cómo se realiza la subasta de electricidad
La subasta de electricidad se realiza de manera trimestral y se divide en dos fases:
1. Subasta de producción: en esta fase, las centrales eléctricas ofrecen su energía eléctrica al precio que consideran adecuado. La subasta se realiza por bloques horarios y se ordena de menor a mayor precio.
2. Subasta de demanda: en esta fase, las comercializadoras de energía eléctrica ofrecen la cantidad de energía eléctrica que necesitan para cubrir las necesidades de sus clientes. La subasta se realiza por bloques horarios y se ordena de mayor a menor precio.
Una vez finalizadas ambas subastas, se determina el precio pool como la media ponderada de los precios horarios de la energía eléctrica. Este precio se traslada a los comercializadores de energía eléctrica, que a su vez lo trasladan a los consumidores finales.